Radiografía del atraso: Ñuble enfrenta graves déficits en caminos, energía y conectividad

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Ñuble presentó este martes el Índice de Soporte a la Infraestructura Territorial (ISIT) 2025, un estudio elaborado junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile que busca orientar las inversiones públicas y privadas en la región.
El informe entrega una radiografía detallada del nivel de desarrollo en áreas clave como agua, energía, telecomunicaciones, vialidad, logística y resiliencia.
El presidente de CChC Ñuble, Sebastián Godoy Bustos, destacó que este índice “es una brújula para generar los planes y programas que Ñuble necesita, identificando las líneas donde se debe invertir con mayor fuerza”.
Godoy recalcó que la entidad “no busca criticar gestiones, sino entregar información que permita analizar cómo ha avanzado la región hasta 2025 y planificar de manera responsable el presupuesto 2026”.
Durante el seminario, el líder gremial advirtió que ajustar el presupuesto en infraestructura no es el camino para generar ahorros, ya que “es el crecimiento lo que mejora el empleo y la calidad de vida en una región que aún está dando sus primeros pasos”.
El jefe de Estudios de Infraestructura de la Gerencia de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, Pablo Easton, explicó que el indicador evalúa la capacidad territorial para albergar actividad económica y detectar brechas estructurales.
“El diagnóstico final del ISIT para Ñuble señala la necesidad de una acción urgente en varios frentes”, afirmó.
El informe revela un déficit crítico en vialidad secundaria, falta de infraestructura energética en Itata y baja conectividad digital en Diguillín.
También advierte retrasos en la ejecución de las líneas eléctricas Charrúa–Chillán y Monterrico–Cocharcas, lo que “limita la expansión agroindustrial y frena nuevas inversiones”.
Easton subrayó la urgencia de acelerar proyectos energéticos dentro de la Ley de Transición Energética y reforzar subestaciones para asegurar el crecimiento de Ñuble.
“La inversión pública en infraestructura debe ser el motor que atraiga capital privado y genere polos de actividad que permitan descentralizar el país”, sostuvo.
El ISIT 2025 plantea así una hoja de ruta para el desarrollo regional, advirtiendo que sin una planificación sostenida en infraestructura, la joven región de Ñuble podría ver comprometido su potencial de crecimiento y competitividad.
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