El presidente Gabriel Boric, en compañía de importantes autoridades regionales como el gobernador Óscar Crisóstomo, el alcalde de Chillán Camilo Benavente y el delegado presidencial Anwar Farrán, inauguró el miércoles 17 de abril el servicio de trenes rápidos entre Chillán y Santiago.
Este proyecto, que pone a Chile a la vanguardia en tecnología ferroviaria en Sudamérica, fue celebrado como un hito en la historia del transporte del país, ofreciendo una alternativa más eficiente, rápida y sostenible para el desplazamiento entre dos de sus principales ciudades.
Durante la ceremonia, el Presidente Boric enfatizó el significado profundo de esta inauguración, no solo en términos de conectividad y eficiencia, sino también como una forma de recuperar el orgullo nacional y fortalecer la identidad cultural chilena.
Resaltó la importancia de los trenes en la historia y el desarrollo de las comunidades a lo largo de Chile, describiéndolos como “las venas de Chile” y un espacio de “orgullo nacional”.
Boric también aprovechó la ocasión para agradecer a todos los involucrados en el proyecto, desde autoridades locales hasta artistas como Alicia Valenzuela, quien contribuyó con su arte en la estación de trenes de Chillán, reafirmando el vínculo entre el desarrollo ferroviario y la cultura chilena.
Asimismo, anunció la apertura oficial del servicio al público a partir del jueves 18 de abril, con el primer servicio de las 6:45 horas, invitando a los ciudadanos a ser parte de este avance significativo en la historia ferroviaria del país.
Los nuevos trenes
Los nuevos trenes, del tipo BMU con sistemas de alimentación bimodal, destacan por su capacidad de funcionar tanto con diésel como con electricidad, ofreciendo una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora y capacidad para 236 pasajeros.
Además del significativo ahorro de tiempo que representan, estos trenes son un paso adelante en términos de comodidad y sostenibilidad, diseñados para mejorar la experiencia de viaje de los usuarios y promover un enfoque más verde en el transporte de larga distancia.
Con un recorrido de 397 kilómetros y una duración estimada inicial de entre 4 horas y 30 minutos a 3 horas y 40 minutos una vez operativo a plena capacidad, este servicio no solo beneficiará a más de 800 mil personas anualmente, sino que también traerá consigo mejoras en la infraestructura ferroviaria de las estaciones involucradas y la creación de un centro de mantenimiento que promete expandir el uso del tren hacia el centro sur del país.