De fiscalizador a investigado: la historia del médico de la COMPIN Ñuble acusado de emitir licencias irregulares
El nombre del médico Antonio Méndez se convirtió en sinónimo de polémica en Ñuble, luego de conocerse su destitución como médico contralor de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (COMPIN).
El caso, que generó amplio revuelo regional y nacional, sigue siendo tema de análisis por las irregularidades detectadas en la emisión de licencias médicas y por la investigación penal que aún sigue su curso.
Todo comenzó tras una serie de observaciones internas dentro de la Seremi de Salud de Ñuble, donde se detectó que Méndez —quien además es concejal de Coihueco— habría emitido licencias médicas en circunstancias incompatibles con sus funciones de fiscalizador.
La situación se agravó al confirmarse que algunas de estas licencias fueron tramitadas mientras él mismo se encontraba con licencia médica, lo que encendió las alarmas al interior del servicio.
El sumario administrativo instruido por la Seremi concluyó con la destitución del médico, al establecerse faltas graves a la probidad.
Paralelamente, la Fiscalía de Chillán, encabezada por el fiscal jefe Sergio Pérez, abrió una investigación por el presunto delito de falsificación de licencias médicas, con el fin de determinar si hubo perjuicio fiscal o participación de terceros.
Desde la Seremi de Salud de Ñuble, el seremi subrogante Gustavo Rojas Medina destacó que se actuó conforme a los protocolos y con estricto apego al debido proceso, subrayando que el servicio “no tolerará actos que vulneren la fe pública ni afecten la confianza en las instituciones sanitarias”.
El doctor Méndez, por su parte, rechazó las conclusiones del sumario, asegurando que su salida responde a una “persecución política” y que hará uso de todos los mecanismos legales para revertir la decisión.
El caso reabrió el debate sobre los controles internos en el sistema público de salud, especialmente en el área de licencias médicas, un tema que en los últimos años ha estado bajo la lupa por irregularidades en distintas regiones del país. En Ñuble, la situación puso en cuestión la eficacia de los mecanismos de fiscalización y la necesidad de fortalecer los estándares de transparencia dentro de la COMPIN.
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