Tras la suspensión de 30 días decretada por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) contra el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, la Municipalidad ya reorganizó su equipo directivo para garantizar la continuidad de la gestión comunal.
Fuentes al interior del municipio confirmaron que la administradora municipal subrogante, Roxana Lizama, asumirá como alcaldesa subrogante durante el período de suspensión. Lizama ya ejercía funciones de apoyo en la administración diaria del municipio, por lo que su designación busca mantener la operatividad del gobierno local.
Paralelamente, la gestión administrativa de la casa consistorial quedará en manos de la directora de Desarrollo Comunitario (Dideco), Alejandra Martínez, quien asumirá como administradora municipal subrogante. Para cubrir su anterior cargo, se determinó que Zoraya Martínez asumirá de manera subrogante la dirección de Dideco, cargo que ocupó anteriormente.
La medida de reorganización interna se adoptó luego de que el Tricel sancionara a Camilo Benavente por notable abandono de deberes, a raíz de hechos como la contratación de un familiar directo en programas municipales sin abstenerse, irregularidades en procesos de arriendo de inmuebles, y falta de fiscalización sobre concesiones de áreas verdes, entre otros.
Aunque la acusación inicial impulsada por exconcejales pedía la destitución, el tribunal determinó que los antecedentes no eran suficientes para removerlo, aplicando finalmente una suspensión con reducción del 50% de su sueldo.
La suspensión de Benavente comenzará a regir una vez que el Tribunal Electoral Regional (TER) dicte el “cúmplase” de la sentencia y se notifique formalmente al alcalde. Mientras tanto, la Municipalidad de Chillán continuará funcionando bajo la estructura definida, sin afectar la ejecución de los proyectos en curso.
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