La dignidad laboral: un escudo contra el acoso

Siempre nos impacta cuando vemos noticias sobre maltrato laboral, y es lo que sucedió y conmovió a un país el suceso del Hospital de Osorno, y pareciera que es algo muy lejano porque sucede en un lugar diferente de donde trabajamos, pero seamos sinceros cuantos casos así ocurren día a día y quizás al lado nuestro.
Muchas veces me he preguntado quienes son esas personas que realizan el maltrato. Cómo pueden desayunar junto a sus hijos y sentir la capacidad de educar cuando ellos en sus trabajos son monstruos, y es que es fácil para los que ejercen el maltrato sentirse fuertes frente al débil, pero y si fuera al revés y si un día tus hijos llegan a casa y te cuentan que alguien los golpeo, los denigró con palabras, e incluso peor.
Porque es fácil lastimar para ellos cuando ejercen el poder, pero que sucedería si lastimaran a lo que ellos aman.
Pues les cuento a esos agresores que esas personas lastimadas y agredidas tienen una familia, que cuando una persona es agredida física o psicológicamente o sexualmente existe una familia que se rompe en dolor, porque no solo el daño lo recibe uno cuando te lastiman sino también quienes te aman.
Muchas personas no logran sobreponerse a esto y prefieren acabar con su dolor, la Ley Karin surgió en memoria de ese dolor, pero pareciera que nada cambia, un país donde se crean leyes que no se respetan, y donde se sigue lastimando a los colegas.
Hoy cuando tomes once junto a tu familia y observes a tus hijos, hermanos, padres; pregúntate si te gustaría que ellos supieran quién eres en el trabajo ¿Eso te haría sentir orgulloso o sentirías vergüenza?
Podemos todos brindar nuestro granito de arena para hacer del ambiente laboral algo mejor, ya suficiente tenemos con que nuestro trabajo puede ser agotador en diversas formas para más encima sumar un daño a la salud mental.
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