Internacional

El desubicado comentario de Donald Trump tras accidente aéreo: culpa a la diversidad en la aviación

La jornada comenzó con un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo ocurrido el miércoles por la noche.

Y las palabras preparadas de Donald Trump finalizaron con un llamado a orar por el consuelo de quienes perdieron a sus seres queridos.

Hasta ahí, todo bien. Pero en el intertanto, arremetió contra las políticas de contratación de controladores aéreos basadas en la diversidad, incluyendo a personas con enanismo y parálisis total. Acusó a su predecesor, Joe Biden, de rebajar los estándares y criticó al exsecretario de Transporte, Pete Buttigieg, por tener “un buen discurso de basura”.

Incluso advirtió antes de hablar en una abarrotada sala de prensa de la Casa Blanca:

“No sabemos qué provocó este accidente, pero tenemos algunas opiniones muy firmes, y creo que las expondremos ahora”, dijo.

Biden tardó casi cuatro años en aparecer en esa sala para dar una declaración. Trump, en cambio, llegó al atril frente a las cámaras de televisión en solo diez días para actualizar sobre la tragedia ocurrida cerca del aeropuerto nacional Ronald Reagan en Washington.

Mientras que Biden suele delegar la palabra en funcionarios y secretarios de gabinete durante las crisis, Trump hace lo contrario: aumenta su tiempo en escena, como lo hizo durante la pandemia de covid hace cinco años.

El anuncio de su comparecencia desató un gran revuelo en la sala de prensa.

Los 49 asientos estaban ocupados mucho antes del inicio. Los corresponsales se apretujaban en los pasillos, lanzando codazos ocasionales para asegurarse una mejor vista.

“Es la hora de las sardinas”, comentó un periodista que llegó tarde.

El calor subió antes de que Trump apareciera, 20 minutos tarde.

Lo acompañaban figuras clave en la investigación: el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Transporte Sean Duffy y el secretario de Defensa Pete Hegseth.

Se ubicaron en un costado de la sala, donde esta semana se había reservado espacio para medios emergentes, pero eso cambió tras la muerte de 67 personas en el peor desastre aéreo del país en casi 24 años.

“Somos una sola familia, y hoy todos estamos con el corazón roto”, dijo Trump, con voz solemne, leyendo su discurso. “Todos buscamos respuestas”.

Pero tras los mensajes de consuelo y unidad, llegó la política.

Dijo que la investigación arrojaría respuestas, pero que él ya tenía su propia opinión.

Aseguró que durante su primer mandato elevó los estándares de contratación de controladores aéreos, mejoras que, según él, Biden eliminó.

“Tienen que ser talentosos, genios naturalmente talentosos”, afirmó. “No pueden ser personas comunes. No podrán hacerlo”.

Luego, enumeró lo que dijo ser requisitos de contratación en la Administración Federal de Aviación (FAA):

“La página web de la FAA establece que incluyen personas con pérdida auditiva, visión reducida, extremidades faltantes, parálisis parcial, parálisis total, epilepsia, discapacidad intelectual severa, discapacidad psiquiátrica y enanismo… todos califican para ser controladores aéreos, guiando aviones que entran a nuestro país, a un pequeño punto en el mapa… a una pequeña pista de aterrizaje”, dijo.

El mensaje era claro: su administración contrataría solo a los mejores, no como Buttigieg, el exsecretario de Transporte.

“Es un desastre. Fue un desastre como alcalde”, afirmó. “Hundió su ciudad y es un desastre. Ahora solo tiene un buen discurso de basura”.

Trump basó su campaña en la promesa de restaurar el sentido común en el gobierno. Y el jueves, en su explicación de las causas del accidente, dejó claro qué significa eso para él.

“Para mí, solo con usar un par de palabras que me gustan… las palabras ‘sentido común’… algunas cosas realmente malas ocurrieron, y algunas cosas que no deberían haber pasado, pasaron”, expresó.

Luego sugirió que la presencia de otro avión antes del accidente pudo haber complicado la situación.

“Así que hubo una confluencia de malas decisiones”.

Su equipo sabía su rol.

Cuando Duffy fue invitado a hablar, comenzó con: “Gracias, señor presidente. Y solo quiero decir que el liderazgo del presidente ha sido extraordinario”.

Cuando Trump abrió la sesión de preguntas, decenas de manos se levantaron de inmediato. Los fotógrafos protestaron al ver que los brazos extendidos bloqueaban sus tomas.

La primera pregunta fue directa: ¿Qué pruebas tiene de que las políticas de diversidad influyeron en el accidente?

“Simplemente, pudo haber sido”, respondió.

“Tienes que basarte en el poder mental. Tienes que basarte en la calidad psicológica… estas son pruebas muy exigentes que implementamos y que Biden eliminó”.

Durante los 30 minutos que duró la conferencia, Trump insistió en lo que consideraba problemas sistémicos en la contratación del sector aeronáutico.

¿Deberían los estadounidenses temer volar?, le preguntaron.

“No, en absoluto. Yo no dudo en volar…”, respondió el dueño de un Boeing 757 privado y el pasajero número uno del Air Force One. “Esta colisión es algo que no esperamos que vuelva a ocurrir”.

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