Jóvenes delincuentes enfrentan hasta 9 años de internación por actos de robo en Chillán
La fiscal Mary Carmen Farías Valenzuela logró condenar a tres adolescentes por delitos de robo con violencia e intimidación, robo en lugar habitado y receptación de vehículo motorizado en Chillán.
K.E.F.SM. y L.A.V.F. recibieron una pena de 9 años de internación en régimen cerrado, mientras que N.E.P.M. fue condenado a 5 años y un día de internación en el mismo régimen.
Los hechos ocurrieron el 23 de septiembre del año pasado, cuando el conductor de un automóvil fue víctima de un robo en el que participaron los dos primeros condenados.
Posteriormente, los jóvenes ingresaron a un domicilio donde sustrajeron joyas, dinero en efectivo, ropa y un teléfono.
Más tarde, se dirigieron a otra vivienda para robar un computador portátil, más dinero, joyas e incluso el perro de la casa. Durante estas acciones delictivas, los imputados utilizaban un vehículo que había sido robado el mismo día en Chillán.
“Esta condena es relevante, pues el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán aplicó la nueva normativa de determinación de penas, regla de reiteración de delitos y de unificación de condenas de la Ley 20.084”, destacó la fiscal Mary Carmen Farías Valenzuela. La aplicación de esta normativa permitió una sentencia más ajustada y coherente con la gravedad de los delitos cometidos.
El caso ha sido emblemático debido a la reiteración de conductas delictivas por parte de los adolescentes y la utilización de un vehículo robado para perpetrar los robos, lo que agrava la situación legal de los imputados.
La fiscalía subrayó la importancia de aplicar medidas severas para prevenir la reincidencia y asegurar la seguridad de la comunidad.
Las audiencias judiciales permitieron a la fiscalía presentar pruebas que demostraron la participación activa de los adolescentes en los robos y la receptación del vehículo robado.
La defensa, por su parte, argumentó sobre la juventud de los imputados y la necesidad de medidas rehabilitadoras, pero el tribunal consideró que la gravedad de los delitos justificaba las penas impuestas.