Tribunal Declara Culpable a Eduardo Macaya por Abuso Sexual Infantil
El Tribunal Oral en lo Penal de San Fernando declaró culpable a Eduardo Macaya Zentilli, padre del senador Javier Macaya (UDI), por dos delitos de abuso sexual en contra de menores de edad.
Sin embargo, fue absuelto de otros dos cargos de similares características.
Eduardo Macaya, empresario de 72 años, llegó al tribunal acompañado de su abogado para conocer el veredicto de los jueces.
Macaya había estado bajo arresto domiciliario, tras pagar una fianza de $150 millones que le permitió salir de prisión preventiva, donde permaneció cerca de un mes en 2023.
Durante el juicio, que duró aproximadamente un mes, Macaya reiteró en múltiples ocasiones que “si no fuese por el cargo de mi hijo, esta causa no existiría”.
El proceso judicial comenzó con tres jueces: Marisol López Machuca, José Ruiz Stanke y Marcela Yáñez Cabello. Sin embargo, Yáñez dejó de participar debido a problemas médicos, por lo que la condena fue definida por los jueces López y Ruiz.
La Fiscalía de Alta Complejidad de O’Higgins solicitó una pena total de 12 años de cárcel para Macaya por los delitos.
La lectura de sentencia quedó agendada para el próximo 19 de julio, donde se conocerá la condena definitiva.
Este veredicto marca un importante paso en la búsqueda de justicia para las víctimas de abuso sexual infantil, y pone en evidencia la importancia de seguir adelante con procesos judiciales justos y transparentes, independientemente de las conexiones familiares o políticas de los acusados.
El caso ha generado gran interés público y es seguido de cerca por la comunidad, que espera que se haga justicia para las víctimas. La resolución del tribunal reafirma el compromiso del sistema judicial de proteger a los menores y sancionar a quienes cometen delitos tan graves.
La lectura de sentencia el 19 de julio será un momento clave para las partes involucradas y para todos aquellos que han seguido el caso con atención.
Se espera que la condena impuesta a Eduardo Macaya Zentilli sea acorde a la gravedad de los delitos cometidos y sirva como ejemplo de que la justicia prevalece.