Chillán

Chillaneja gana Beca Luksic para mujeres en carreras STEM

Rosa Cerda Vera, una destacada estudiante de Técnico en Construcciones Civiles en Santo Tomás, sede Chillán, ha sido seleccionada para recibir la prestigiosa Beca Luksic: “Más mujeres en STEM”. Este beneficio le otorgará $150 mil mensuales de libre disposición durante 10 meses al año, por un periodo de hasta 5 semestres.

Cerda Vera, de 47 años y residente en Ñinhue, ha superado numerosas dificultades a lo largo de su vida. “Esta ayuda está destinada para el pago de los pasajes de mi hija, quien también estudia en Santo Tomás, y de los míos. Además, cubrirá otros gastos y me permitirá ahorrar un poco para comprar una computadora”, expresó con emoción.

La beca, que forma parte de una iniciativa para promover la participación femenina en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), seleccionó a 100 estudiantes de institutos técnicos y profesionales en todo el país. Rosa es una de las 19 beneficiarias de las instituciones Santo Tomás y la única en la sede Chillán.

La historia de Rosa está marcada por el esfuerzo y la resiliencia. “Antes de esta beca, me levantaba a las 5 de la mañana para hacer pan y salía a venderlo en la Municipalidad de Ñiquén para asegurar el pasaje diario de mi hija y mío”, relató. Esta beca le permitirá optimizar su tiempo y centrarse en sus estudios.

El profesor Richard Lagos, director de carreras del área de Ingeniería en Santo Tomás, animó a Rosa a postular a la beca. “Sé que muchas lo hicimos, pero no sé por qué yo fui la única que quedó. Lo que sí sé es que la ayuda mensual es de $150 mil, puedo disponer de ellas como considere, cubre hasta 5 semestres durante 10 meses al año”, agregó Rosa.

La Fundación Luksic, que otorga estas becas, solo requiere que los beneficiarios asistan a clases y mantengan un buen rendimiento académico. Esta iniciativa busca promover la equidad de género en campos donde históricamente la presencia femenina ha sido menor, facilitando el acceso a estudios técnicos y científicos a mujeres con barreras económicas.

Rosa Cerda, quien enviudó a los 24 años y perdió una hija de tan solo 5 años, es un ejemplo de perseverancia y fortaleza. “Nunca es tarde para aprender. Este año, a los 47, ingresé a un instituto de educación superior. Siempre me ha gustado el rubro de la construcción civil. Empecé a trabajar en este sector después del terremoto de 2010. Luego construí mi casa y además soy una de las pocas mujeres maestras de la región”, explicó.

Rosa disfruta especialmente de las tareas de gasfitería y construcción. “Lo que más me gusta es hacer de gasfíter, sacar tierra, hacer mezclas, cortar con un serrucho. Mi casa, que aún no está terminada, tiene 7 piezas, y todo lo que hay ha sido construido por mí y por mi hijo mayor que me ayuda”, detalló.

Con esta beca, Rosa podrá continuar sus estudios y mejorar su calidad de vida, preparándose para recibir su diploma en Santo Tomás en 2026. La historia de Rosa Cerda es un testimonio inspirador de cómo la dedicación y el esfuerzo pueden abrir nuevas oportunidades y cambiar vidas.

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