Ñuble

Ñuble Reporta Superávit Hídrico del 66% pero Mantiene Alerta por Sequía Prolongada

En Ñuble, el panorama hídrico muestra signos de recuperación tras un balance positivo presentado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Dirección General de Aguas (DGA), con datos al 31 de marzo de este año.

Según el informe, la región experimentó un superávit hídrico promedio del 66%, gracias a las lluvias registradas entre abril y agosto del año anterior.

Sin embargo, el Seremi del MOP Ñuble, Paulo De la Fuente, junto al director regional de la DGA, Marcelo Godoy, subrayaron la persistencia de un déficit de precipitaciones del 34%.

Específicamente, la provincia de Diguillín reporta el déficit más alto, con un 49%, seguido de Punilla con un 30% y Itata con un 8,2%.

Esta situación, señalan las autoridades, no minimiza los efectos de más de 14 años de sequía, exacerbada por el cambio climático.

“Aunque las precipitaciones recientes han mejorado los niveles hídricos, la sequía sigue siendo un desafío constante”, destacó De la Fuente.

En términos de almacenamiento, el embalse Coihueco exhibe un llenado superior al 34% en comparación con el promedio histórico.

Igualmente, los caudales de ríos muestran un superávit significativo, contribuyendo a una temporada de riego más alentadora, con un superávit que se ajusta al 52% al considerar el periodo de septiembre a marzo.

Desde la DGA, Godoy resaltó la importancia del monitoreo constante de las condiciones hidrométricas, a través de una red compuesta por 76 estaciones y 23 puntos de monitoreo de calidad de agua.

Además, enfatizó en la necesidad de denunciar extracciones ilegales para asegurar un manejo sustentable de los recursos hídricos.

Con un sistema de vigilancia que incluye estaciones fluviométricas, meteorológicas y de monitoreo de napas subterráneas, la DGA se compromete a mantener una supervisión exhaustiva de la situación hídrica de la región.

Este balance ofrece un respiro frente a la prolongada sequía que afecta a la región de Ñuble, pero también recuerda la necesidad de seguir promoviendo el uso responsable del agua y prepararse para los desafíos futuros que plantea el cambio climático.

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