La compra de la medialuna por parte de la Municipalidad de Chillán por $3.276 millones se ha visto salpicada de polémica tras el desmantelamiento del inmueble y la acumulación de deudas, de acuerdo a un reportaje publicado este jueves por Radio Bío Bío.
El alcalde Camilo Benavente (PPD) y el administrador municipal Richard Guzmán han salido al paso de las críticas y hallazgos de Contraloría con aclaraciones recientes.
El alcalde Benavente defendió el proceso de compra, destacando que los hallazgos iniciales de Contraloría Regional fueron modulados por su contraparte nacional, admitiendo errores administrativos en la transferencia de bienes post-compra, y enfatizando la necesidad de rectificar ciertos aspectos burocráticos.
A pesar de los obstáculos, Benavente reafirma que el objetivo siempre ha sido el bienestar de la ciudadanía y la transformación del espacio en un área de recreación.
Por otro lado, Richard Guzmán, administrador municipal, resaltó la importancia del proyecto para la comunidad y aseguró que todas las medidas están siendo tomadas para resolver las observaciones administrativas.
Aseguró que el precio pagado por la propiedad fue considerablemente menor que las valoraciones estimadas, lo que indica un manejo financiero prudente del caso.
Mientras la municipalidad prepara acciones legales contra la Sociedad Fiesta El Caballo Chileno por incumplimiento de contrato y procesos disciplinarios para esclarecer las responsabilidades internas, la Contraloría procede con un procedimiento disciplinario que afecta a varios funcionarios municipales.
En medio de estos desarrollos, el gobierno local enfrenta el reto de clarificar el proceso y progresar hacia el objetivo inicial de convertir la medialuna en el nuevo Parque Schleyer, un punto de reunión prometido para los residentes de Chillán.