
Este lunes en Chillán, el regreso a clases de más de 40 mil estudiantes, conocido como el “Súper Martes”, se enfrentó con una serie de estrategias coordinadas que permitieron un flujo de tráfico más manejable a través de la ciudad.
El alcalde Camilo Benavente, en colaboración con Carabineros y la Dirección de Tránsito, implementó un plan que abordó 20 puntos críticos, logrando disminuir significativamente los tiempos de espera y los congestionamientos habituales de este día.
La anticipación de las familias, que atendieron al llamado de salir más temprano, y la decisión de varios colegios de adoptar horarios diferidos, fueron factores clave para distribuir de manera más eficiente el aumento del tráfico vehicular entre las 7:30 y las 8:30 de la mañana. A pesar de las medidas adoptadas, se reconocieron dificultades en algunas áreas.
El mayor de Carabineros, Juan José Moraga, reportó un balance positivo del operativo, destacando la ausencia de accidentes de tránsito y la efectividad de las acciones preventivas desplegadas desde tempranas horas de la mañana en puntos de alta congestión y en los accesos a los principales colegios de la comuna.
Además, se identificaron problemas estructurales en el diseño vial, como en Paul Harris y la línea Argentina y Collín, así como en Camino a Las Mariposas, zonas que continúan representando desafíos importantes para la movilidad urbana, dada la creciente población y la limitada capacidad de las vías.
Erika Valenzuela, directora de Tránsito, informó sobre próximas intervenciones para mejorar el acceso en áreas críticas, como Huambalí, con la apertura de nuevas rutas que deberían aliviar la congestión en los próximos meses. Aunque la congestión fue menor de lo esperado en ciertos puntos, como Lantaño, se solicitará apoyo adicional para asegurar un tráfico fluido en zonas históricamente complicadas.