
Durante la actual temporada de incendios, que comenzó en julio de 2023 y finalizará en junio de 2024, la región de Ñuble ha enfrentado severos desafíos debido a la ocurrencia de incendios forestales.
Hasta la fecha, tres han sido particularmente destructivos, afectando vastas áreas y poniendo en riesgo los ecosistemas locales.
El incendio de Fátima, ocurrido en octubre de 2023, devastó 111 hectáreas, convirtiéndose en el más extenso de la temporada.
Este siniestro destacó por la rapidez con la que las llamas se extendieron, complicando las labores de control y extinción.
Posteriormente, en enero de 2024, el incendio Casablanca en Ñuble consumió 69 hectáreas.
Aunque menor en extensión que el de Fátima, este incendio requirió de un esfuerzo considerable por parte de los equipos de emergencia para contenerlo y evitar que se extendiera a áreas pobladas cercanas.
Más recientemente, en febrero de 2024, el incendio en Huachipato, Quillón, afectó 39.5 hectáreas.
Aunque fue el menor de los tres en términos de área afectada, su impacto en la biodiversidad local y en las comunidades cercanas ha sido significativo, evidenciando la vulnerabilidad de la región ante este tipo de desastres.
Juan Salvador Ramírez, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) Ñuble, ha identificado estos siniestros como los tres incendios con mayor superficie afectada hasta la fecha, en la temporada actual.
Estos eventos subrayan la importancia de adoptar medidas preventivas y de preparación más robustas para enfrentar futuros incendios, así como de trabajar en la concienciación de la comunidad sobre los riesgos y las prácticas que pueden contribuir a reducir la incidencia de estos desastres.