En respuesta a la situación vivida por la seremi de la Mujer de Ñuble, los movimientos y agrupaciones han expresado enérgicas declaraciones de apoyo y denuncia contra el tratamiento mediático del caso.
Las Mujeres Comunistas han hecho pública su solidaridad con la autoridad, criticando la “sobreexposición mediática” a la que ha sido sometida por los medios locales y nacionales.
Argumentan que la función de los medios es proporcionar una información responsable y respetuosa, sin juicios de valor ni desinformación.
Asimismo, repudian la filtración de la información íntima de la paciente y piden que se realicen los procesos administrativos para encontrar a los responsables de dicha acción.
La Coordinadora Feminista 8M también ha manifestado su indignación, denunciando lo que considera una “violencia mediática”.
Aseguran que la difusión de información privada y diagnósticos médicos privados infringe la Ley Chilena 20584 de Derechos y Deberes del paciente.
De la misma manera, denuncian la propagación de información imprecisa y falsa sobre el aborto.
Esta organización denuncia la normalización de la violación de derechos hacia mujeres y disidencias, debido a la amplia difusión de esta “violencia simbólica y política”.
En el caso de la paciente, señalan que la denuncia realizada por su pareja constituye una “manifestación brutal de violencia”.
Ante esto, reiteran su apoyo a la funcionaria de Gobierno, denunciando la violencia patriarcal que dicen enfrentar constantemente, ya sea proveniente de parejas, medios de prensa o del propio Estado.
En medio de esta controversia, se hace evidente la creciente demanda de respeto a los derechos reproductivos de las mujeres en Chile y la lucha contra la violencia de género.
Se espera que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto y se garantice la justicia y el respeto a los derechos de todas las partes implicadas.
