Una banda dedicada a marcar personas al interior de los bancos, para posteriormente robarles, fue detenida por efectivos de Carabineros de San Carlos, durante la jornada del martes.
Según informaron desde la institución, los antisociales quedaron al descubierto tras una alerta recibida por el equipo policial de la capital de Punilla.
Esto, dijeron desde Carabineros, “permitió al personal fiscalizar a tres personas que mantenían actitudes sospechosas al interior de una entidad bancaria y que, posteriormente, en la vía pública fueron sorprendidas con diversos elementos para cometer robo”.
El capitán Fernando Torres, comisario de San Carlos relató que el delito era cometido por dos hombres y una mujer que realizaban las marcaciones al interior de un banco.
“Concurrimos rápidamente al lugar, y cuando estas personas se percataron de nuestra presencia, abandonaron la sucursal para dirigirse a un vehículo ubicado en las inmediaciones; en el lugar fueron fiscalizados, hallándoles en el interior un bolso con diversos elementos conocidos para cometer robo”, explicó la autoridad policial.
En dicho bolso los sujetos mantenían un arma blanca, una pistola de fantasía, tres cuchillos de diversos tamaños, un martillo, alicates, un punzón, gorros pasamontañas y guantes.
“Además, en el lugar Carabineros estableció que el número de motor del auto mantenía encargo vigente por robo y que las placas patentes del vehículo eran falsificadas”, agregó el Capitán.
Las diligencias de investigación realizadas por el personal SIP de la Unidad, vinculó a los dos hombres como autores del robo con intimidación que afectó a dos adultos mayores el pasado jueves 23, donde los antisociales les sustrajeron un millón 200 mil pesos en efectivo, dinero que las víctimas habían retirado del banco durante la mañana.
Los tres imputados, con amplio prontuario por delitos como robo con intimidación, receptación, hurto y porte de elementos para perpetrar delitos, fueron identificados como C.V.T.C., R.A.G.R., y R.A.C., todos con domicilio en la región de Maule.
Los antisociales fueron puestos a disposición del Tribunal para ser controlados por los ilícitos de receptación, falsificación de placa patente, portar elementos conocidos para cometer ilícitos, robo con intimidación y ocultación de identidad, ya que uno de ellos proporcionó al personal policial información falsa sobre su identidad.
