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En alerta se encuentran las autoridades sanitarias de Ñuble, de cara al fin de semana largo por Semana Santa.

Y es que a las restricciones sanitarias y efectos de la pandemia por COVID-19, deben sumarse también las precauciones por intoxicaciones alimentarias derivadas del consumo de mariscos en mal estado o con marea roja.

La directora subrogante del Servicio de Salud de Ñuble, Elizabeth Abarca, recalcó que la red asistencial se encuentra preparada para recibir a quienes sufran algún tipo de afección alimentaria o tengan algún requerimiento específico.

Este fin de semana largo, por Semana Santa, será el primero después de dos años en que Chillán se encuentra sin medidas de restricción o cuarentena, producto de la pandemia por COVID-19.

Así, a las 05:00 horas de mañana comenzará a regir el nuevo plan Paso a Paso, que dispuso que la totalidad de la región se encuentra en la fase de Bajo Impacto Sanitario, donde no aplicarán restricciones, salvo el uso de mascarilla en lugares cerrados y donde no exista distancia social mayor a un metro.

En este contexto, el subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud de Ñuble, doctor Max Besser, enfatizó que pese a liberalización de las restricciones, deben mantenerse las medidas de autocuidado.

De acuerdo a los datos del Servicio de Salud de Ñuble, la situación de la pandemia en Ñuble se encuentra en un pie esperanzador, toda vez que los pacientes hospitalizados por COVID-19 suman 34, de los cuales 17 se encuentran en UCI y 4 de ellos conectados a Ventilación Mecánica.

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